Nada y todo.

No tener nada,
y  tenerlo todo.

Sentir que lo tenemos todo,
cuando no tenemos nada.

Amamos lo que no tenemos,
como si lo hubieramos tenido siempre.

Añoramos lo que perdimos,
sin ni siquiera haberlo tenido.

Ver que te arrebatan lo que no tienes,
sentir que lo perdiste todo,
cuando nada ibas a ganar.

Es fácil no perder nada
sin tenerlo todo,
es difícil tenerlo todo
y no perder nada.

Perder lo que no tienes
por pensar que es tuyo.

Ganar lo que ya tienes
por pensar que no era de nadie.

Poema infantil.

Las abejas revoloteando,
alrededor de una flor,
todas quieren probar,
su exquisito sabor.

Un pétalo pide ayuda,
y una hoja ruega a Dios,
pero las abejas revoloteando,
no oyen su debil voz.

Un mordisco de una abeja
y un lametazo de su pareja,
dejan a la pobre flor,
con solo pétalos y hojas,
pidiendo ayuda a Dios.

El deseo.

Sentirte tan cerca, tan dentro, tan fuerte
sentirte en mi vientre,
mi espalda, mi pecho y mis piernas,
temblar cada vez que te vean.

Saber que no quiero otros besos,
que los tuyos recorriendo mi cuerpo.

Respiraciones agitadas, acompasadas
el ancho lazo que nos une,
la demostración tan fresca de nuestro amor.

Frases, palabras y cuentos,
hacernos felices sin pensar en más,
que el resto del mundo piense lo que quiera,
ahora solo tú y yo somos marea.

Marea de sentimientos, sensaciones
y de felicidad.

Demostrarnos cada día
que merece la pena luchar.

Luchar por la meta en la vida,
por descubrir el amor
y una vez alcanzado,
hacer que dure con ilusión.

Haces que me emocione con oir tu voz,
consigues que mis manos te busquen,
de esa manera que solo ellas saben hacer.

Mi boca esperando la tuya,
sabiendo que es esa la que le llena.
Dos cuerpos que encajan,
como dos piezas de un puzzle,
el puzzle que solo nosotros podemos acabar.