Las abejas revoloteando,
alrededor de una flor,
todas quieren probar,
su exquisito sabor.
Un pétalo pide ayuda,
y una hoja ruega a Dios,
pero las abejas revoloteando,
no oyen su debil voz.
Un mordisco de una abeja
y un lametazo de su pareja,
dejan a la pobre flor,
con solo pétalos y hojas,
pidiendo ayuda a Dios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario