miércoles, 26 de febrero de 2014

¿Y si un día pasa todo esto?

No prometo nada,
pues las promesas fácilmente se rompen.

Yo afirmo:
Estaré a tu lado.

Hasta que mi cabeza deje de pensar en ti,
hasta que mis ojos dejen de querer verte cada día,
hasta que mi nariz se canse de tu olor,
hasta que mi boca no sonría a tu lado,
hasta que mis labios no quieran besarte.

Hasta que mi cuello deje de buscar tus besos,
hasta que mis hombros no quieran soportar tu cabeza,
hasta que mis brazos no sean capaces de abrazarte,
hasta que mis dedos no deseen acariciarte.

Hasta que mi pecho deje de buscar tus caricias,
hasta que mi respiración se deje de agitar al verte,
hasta que mi estómago no se revolucione con tu voz.

Hasta que mi trasero no quiera que lo agarres,
hasta que mi sexo no se excite con tu roce,
hasta que mis piernas no quieran caminar a tu lado,
hasta que mis pies se dejen de juntar a los tuyos cuando están fríos.

- ¿Y si un día pasa todo esto?

Pasará,
créeme que pasará.

En ese momento,
tú llorarás mi muerte,
porque yo dejaré de vivir.

Porque no existe para mí
un mundo sin tu besos,
porque el día que esté sin ti,
yo también me muero.

sábado, 1 de febrero de 2014

Día tras día, noche tras noche.

Es muy fácil dañar un corazón,
pero es mucho más fácil dañar su interior.

Sus sentimientos,
los pequeños personajes
que nos dicen como nos sentimos.

Una pequeña fisura en el corazón,
no tiene repercusión.
Se cierra igual que se abrió
y con el tiempo cae en el olvido.

Sin embargo,
¿qué es de aquellas heridas que dejan cicatriz?

Pasa que te duele cada vez que recuerdas lo que pasó,
pasa que cuando el aire la roza
todo tu cuerpo se estremece,
pasa que son heridas mal cerradas,
que se vuelven a abrir.

Heridas mal curadas que dejan salir sentimientos...
de odio, de rencor, de impotencia
de violencia, de gritos, de dolor
de una espiral que se repite día a día,
acostándote cada noche
deseando que lo vivido nunca fuera real.

Pero cuando despiertas ves que no,
que todo es de verdad
y en lo que para mi es un acto de valentía,
decides acabar con todo
de la forma más sencilla.

Adiós mi mundo,
ha sido un placer conocerte.