domingo, 30 de junio de 2013

Mirar hacia delante.


Seguir hacia delante,
sin mirar hacia atrás
o quedarte donde estás,
sin mirar al futuro.

Quedarte con la gente de siempre,
con las costumbres,
con aquello que ya nos gusta
o conocer mundo,
disfrutar de nueva compañía,
aprovechar ahora que podemos.

Da miedo,
da miedo dejar todo atrás,
todo lo que conoces,
todo a lo que estás acostumbrado.

Pero si no es ahora,
entonces cuando...

Asique es ahora,
es ahora cuando toca desprenderse,
desatarse de todo,
y disfrutar de la vida.

Aprovechar cada oportunidad,
cada momento,
cada circunstancia
sin pensar demasiado,
con el punto de locura necesario

jueves, 27 de junio de 2013

El beso.


Como las gaviotas,
sobrevolando el cielo costero,
en la noche oscura.

Como los leones,
tras la espesa hierba,
en la frondosa selva.

Como los delfines,
en el borde de la piscina,
esperando su recompensa.

Como los tiburones,
con el olfato encendido,
esperando su delicada presa.

Como los buitres,
aspirando el aire,
de la muerte en vena.

Así estás tú,
cuando quedamos juntos,
esperando un beso,
un gesto,
una caricia.

Y surge...
Las gaviotas pescan su cena,
los leones cazan su comida,
los delfines reciben su recompensa,
los tiburones consiguen su presa,
los buitres comen la carne...

Y tú,
esperando ansioso,
ves el gesto,
sientes la caricia
y besas mi beso,
un beso que para mí,
se hace infinito.

sábado, 22 de junio de 2013

La realidad.


Ayer reías,
te reías de la vida,
del amor, de la amistad.
Te reías sin prisa,
con pausa,
disfrutabas con cada carcajada.

Mirabas al cielo
y todo era azul,
el sol brillaba
la luna resplandecía.

Vivías en tu mundo paralelo,
en el que no hay preocupaciones,
en el que solo lo pasas bien,
en el que no hay malos ratos...
ni malas personas.

Pero hoy... hoy vuelves a la realidad,
vuelves a encontrarte con los problemas,
las preocupaciones,
los gritos, los golpes, la voces.

Vuelves a tener ganas de desaparecer,
 de sentarte en una esquina,
abrazar tus rodillas
y echarte a llorar...

...como lloras cada noche,
cuando ya no puedes más.

Porque no te avisaron,
de que el mundo es así
yo esperaba mucho rosa
y vi que había mucho más gris.

lunes, 17 de junio de 2013

Dolor.

Dolor...
tan corta y tan larga,
tan suave y tan brusca,
tan dulce y tan amarga,
tan satisfactoria y tan dolorosa,
una simple palabra.

Demasiadas clases,
demasiados tipos,
demasiadas maneras,
demasiados motivos,
demasiadas ocasiones.

No nos damos cuenta,
y hacemos mucho más daño,
del que en ocasiones quisiéramos.

Hacemos daño a la gente,
a la que está lejos,
y a la que está cerca.

Sin darnos cuenta, a veces
totalmente consciente, en otras,
sin evitarlo dañamos,
sin quererlo dañamos,
sin saber las consecuencias,
causamos dolor.

Y entonces,
ese dolor es insoportable,
es cansado,
nos agobia
y entonces es cuando el dolor,
con todo su ímpetu
y totalmente consciente,
no nos deja volver,
volver a ser lo que eramos,
quienes eramos
y lo que teníamos.

domingo, 16 de junio de 2013

El paraíso.


Los verdes ojos,
adornados con vetas marrones.

Los largos caminos,
forman las arrugas de su frente.

La comisura de los labios,
adornada con los diversos colores,
de sus fachadas no camufladas.

Los grandes brazos,
que abarcan idiomas
y diferentes fronteras.

Sus cabellos siempre grises,
más oscuros en invierno,
más claros en primavera,
en ocasiones azules
y con destellos dorados.

Su lengua, de un azul mar,
extensa por Europa,
dejando playas por la costa,
y los sabores más diversos,
dentro de su calidad.

El paraíso dicen que es,
yo la veo,
como una de las mujeres,
más hermosas que puede haber.

Ella tiene días de mal humor,
pero incluso esos días,
siempre disfrutas con ella
y con su gente

sábado, 15 de junio de 2013

Te espero.


Me siento a esperar,
y espero... y espero...
Y mientras espero,
veo a la gente pasar.

Gente que vive,
gente que lucha,
gente que sube,
gente que marcha,
gente que sueña
y gente que pasa.

Y espero... y espero...
¿Y qué espero yo?
¿Qué es lo que tiene que llegar?
¿Qué es lo que tiene que pasar?

Mientras yo espero,
los demás vienen y van.

Mientras yo uso la paciencia,
la inteligencia usan los demás.

Mientras yo me hundo,
los demás consiguen flotar.

Y aquí sigo,
y aquí espero,
mientras los demás pasan a mi lado,
yo espero a ver que me pasa a mí,
y con tristeza descubro,
que lo que me esta pasando
y lo que me podía pasar,
lo deje pasando,
mientras me ponía a esperar

miércoles, 12 de junio de 2013

Colores


Cuando amanece,
cada día,
el mundo es gris.

Un gris oscuro y claro,
al mismo tiempo.
un gris desesperante,
un gris triste.

Y no nos damos cuenta,
de que nosotros,
en nuestro cuerpo,
tenemos los colores,
para pintar el mundo.

Con una mirada,
podemos cambiar de color,
aquello sobre lo que posamos nuestros ojos.

Con una sonrisa,
podemos pintar de alegría,
aquello a lo que ofrecemos nuestra risa.

Con un dedo,
podemos tocar lo que no nos gusta,
y colorearlo en tonos pastel.

Fosforito para los gestos que ofrecemos,
cuando los demás,
no tienen el poder de pintar.

Y el corazón,
que es el que mas sabe de color,
nos permite adornar,
hasta el color mas oscuro
y el mas claro,
con el tono que nosotros deseamos.

Porque amando,
se sabe lo que se quiere,
y luchando, se consigue

martes, 11 de junio de 2013

El miedo.


Te encuentras,
un día,
y te das cuenta de que nada será igual.

Algo ha cambiado,
y no sabes exactamente qué,
pero sientes vacío por dentro.

Vacío de rareza,
vacío de distinto,
vacío de diferente,
vacío de extraño.

Tienes miedo,
miedo a no saber que pasará,
miedo a qué hay después,
miedo a la incertidumbre,
miedo a lo desconocido,
miedo a seguir adelante.

La única manera de combatir el miedo,
es mirarle a la cara,
desafiarle,
y demostrarle,
que por mucho que no sepamos,
siempre seremos más fuertes que él,
y lo superaremos.

Solo necesitamos tiempo

viernes, 7 de junio de 2013

Cuándo.

Cuándo decidiste que se acabó,
cuándo decidiste que no había más,
que la historia finalizó.

Cuándo dejaste de mirarnos con ternura,
para hacerlo con superioridad.

Cuándo hiciste que nuestra sonrisa no apareciera,
que el brillo no llegara a nuestros ojos,
que nuestros dientes solo se asomaran para gritar.


Cuándo dejaste de hacernos felices,
de llenarnos de ilusiones,
de ayudarnos a afrontar la verdad.

Cuándo fue,
porque estaba tan concentrada
en vivir sin ti,
que me di cuenta tarde,
cuando ya no estabas aquí.

Cuando tomaste la decisión
y decidiste dejarnos atrás,
nosotros avanzamos aún más fuerte,
sin volver la vista jamás.

miércoles, 5 de junio de 2013

Decisiones.

El amor es como un río,
la vida es como un río. 

Al principio es fácil, 
te dejas llevar, 
la corriente te arrastra, 
el viento te empuja
y la gravedad te ayuda.
Solo tienes que seguir el caudal
y no exceder de los límites...

Hasta que te encuentras, 
con dos caminos. 

Uno de ellos,
te va a llevar a otro camino 
y a otro y a otro más, 
hasta desembocar en la nada
y nada descubrirás. 

Sin embargo, el otro camino, 
sigue un solo caudal.
Te vas a encontrar con piedras, 
árboles, hojas, ramas
y muchos obstáculos más, 
pero vas a desembocar en la paz, 
la tranquilidad, 
vas a dar al mar, 
a la libertad, 
donde dejarte llevar, 
sentir cada momento 
y no pensar en nada más. 

Cada uno elige su camino, 
pero sabes que en ella, 
encontrarás la serenidad.

Todos estamos tentados, 
pero en esta vida, 
solo hay una persona, 
que te va a hacer sentir...

...lo que ninguna otra conseguirá. 

martes, 4 de junio de 2013

Mi pareja favorita.

Dos trenes...
dos vidas.

Dos carriles,
dos caminos,
aparentemente separados,
diferentes,
y sin embargo,
con mucho en común.

Un día,
esos caminos se juntaron.

Los trenes dejaron de avanzar solos,
para seguir el mismo carril,
uno al lado del otro.

Destinos unidos,
y una vida pendiente de la otra.

Y desde las orillas,
los vemos pasar,
sonrientes, felices,
disfrutando del viaje.

Un viaje, espero, interminable,
que empezaron ya hace...
10 meses.

lunes, 3 de junio de 2013

31 de mayo de 2013

Ese día se me hizo imposible llegar al final, cuando una de las veces que levante la vista, os vi allí abajo, mirando para mi, expectantes, esperando a que yo continuara, pero no fui capaz, porque las lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos sin pausa, y por mucho que lo intenté, no pude parar de llorar. Hoy, os dejo aquí el discurso, para que siempre que queráis podáis leerlo. Ha sido un auténtico placer compartir estos años de mi vida junto a vosotros.


Cuanto hace… cuantos años, cuantos meses, cuantas semanas, cuantos días, horas, minutos y segundos, cuanto hace que el Juan del Enzina es nuestra segunda casa. Ese sitio que cuando hablas de él, nunca dices nada bueno, y sin embargo es donde hemos crecido, donde hemos madurado, donde hemos hecho y deshecho amigos, donde hemos aprendido mucho más que las matemáticas, lengua, historia o inglés, hemos aprendido a  ser personas. Donde los exámenes, las clases, pasaban a un segundo plano, y lo que realmente nos motiva para ir cada mañana es ver a la gente que nos hace compañía y con la que disfrutamos. Esos cambios de clase, en los que se supone que no puede haber nadie en los pasillos, y lo que realmente están vacías son las clases.
Esas excursiones a la catedral, al museo de León, esos musicales, ballets y obras de teatro a las que siempre nos apuntábamos aunque solo fuera para perder clase, esos gritos, esas risas, esas lágrimas, aprobados, suspensos, esos coma cinco que siempre queremos subir a la nota siguiente, esos arañazos que siempre intentamos meter a un examen para subir nota…  
Haciendo un repaso, nos encontramos a Melchor, con quien aprendimos hasta el nombre de la montaña más pequeña de China; la palmadita de ánimo de Manolo cuando llegamos a la meta; a Nico, que nos enseñó lo que es amar la música; los apuntes siempre perfectos de Augusto; a Gilda, porque  nadie en el mundo se colaría con  50 alumnos en el metro de París; a Paco, que nos ha aguantado años y años, y siempre tenía una sonrisa para nosotros; a Araceli, por querernos como nadie y enseñarnos tanto sobre la vida; a Marisa, gracias a quien nunca olvidaremos la tabla periódica; a Elvira por convertirnos en superatletas; a Alberto, por hacernos reír en sus clases de historia; el humor de Juan que dependía de si ganaba o perdía el Celta; a Julia, por defender a las mujeres como nadie y explicarnos la fuerza centrípeta con su llavero; ese “roncas fausta” de Alfayate a primeras horas y sus explicaciones de sintaxis desde arriba; los chistes de Manuel en clase y sus correos con los temas de historia; los exámenes que al final resulta que no le han robado a Lucía; a Avelino con sus manzanas, sus vaciladas y sabe dios que cosas más; a Irene, porque somos sus niños; Juan Carlos y su peculiar manera de mandarnos callar “sh,sh, nos vamos callando”, mientras da un par de palmaditas; Benigno que nos ha sacado a todos de quicio para que utilicemos el acento británico y pronunciemos bien las tés; Oscar, o Ansgarius como es más conocido, con sus clases interactivas y sus charlas en latín, no debéis olvidar jamás que no es una lengua muerta, está muy viva; todos los de griego recordamos con cariño a  Jesú y sus historias sobre la feria de Córdoba y a Paco que este año se ha desquiciado para que sepamos de memoria las cinco posibles traducciones de un participio; la paciencia de Antonio, en filosofía y psicología, para no gritarnos nunca y sus paseos por el pasillo con la tele, y a Jesusa por habernos hecho disfrutar de la filosofía y ayudarnos a estudiarla con más ganas; a ti Miguel Ángel, por alabarnos las maravillas de Valladolid en cada clase siempre que tenías la oportunidad y a Pilar, que a pesar de su imagen de dura y su roll de profe mala se ha ganado un hueco en nuestro corazón; por Amelia, que se preocupa tanto por nosotros que hasta la quitamos el sueño y nos envía correos con nuestros apuntes a las tantas de la madrugada; a Sara, por una vida dedicada al francés y a sus alumnos y una mención especial a José Luis, por estar siempre dispuesto a ayudar y tener siempre buenas palabras que decir.
A todos los que hemos mencionado y a todos los que se nos ha olvidado mencionar, gracias por haber formado parte de nuestras vidas durante estos años.
Los hay que llevamos aquí 6 añazos y los hay que han ido llegando poco a poco, formando parte de una pequeña familia. Lo más importante es que ya hemos llegado aquí, con esfuerzo, ilusión y trabajo unos; y otros con más suerte que otra cosa; a ese día que siempre soñamos cuando estábamos en primero de la ESO y veíamos a los mayores y nos sentíamos tan pequeños… Ya veis, ahora los mayores somos nosotros; nosotros somos los que vamos a dejar paso este año a más niños que admiren a esos mayores y luchen por llegar hasta aquí.
Creo que un gracias enorme es todo lo que resume el sentimiento de todos o al menos la mayoría de los alumnos.
Un gracias al equipo directivo y al profesorado, porque sí, hay profesores buenos y malos, que nos caen mejor o peor, pero todos se merecen esas gracias, por haberlo intentado, porque nosotros tampoco somos fáciles, hay que reconocerlo, gracias a todos por habernos ayudado a aprender.
Gracias a los padres, por haber estado siempre a nuestro lado… ya veis, nos hacemos mayores.
Y por supuesto, un gracias enorme a vosotros, alumnos, porque somos los que nos hemos aguantado unos a otros, y los que nos hemos ayudado y hecho de esta etapa de nuestra vida, una de las mejores e inolvidables.
Ahora los caminos de todos nosotros irán a destinos diferentes, con finales diferentes y metas diferentes.
Nadie sabe si algún día alguno de estos caminos se volverán a unir, pero de lo que si estoy segura es que cuando nos encontremos, siempre podremos decir “te acuerdas de cuando…” y reírnos de ello.
Dicen que la educación es la base de toda persona, pues yo estoy orgullosa de que la mía haya sido en el IES Juan Del Enzina.



Tú.

Tú,
tú no sabes lo que es querer,
tú no sabes lo que es dar los buenos días
o pasar la noche con una mujer.

Tú no sabes lo que son los besos por amor,
las caricias, los abrazos,
tú no sabes lo que es tener hundido el corazón.

Déjame demostrarte, mujer,
que te pertenezco,
que soy tu yo,
que te puedo querer,
me dijo él.

¿Querer?
Qué irónica la vida,
que irónicas tus palabras, que irónica tu mirada.

Esos amaneceres sentados
o acostados tras el anochecer,
ya no tendrán lugar;
porque tú,
tú no sabes lo que es amar.