lunes, 3 de junio de 2013

Tú.

Tú,
tú no sabes lo que es querer,
tú no sabes lo que es dar los buenos días
o pasar la noche con una mujer.

Tú no sabes lo que son los besos por amor,
las caricias, los abrazos,
tú no sabes lo que es tener hundido el corazón.

Déjame demostrarte, mujer,
que te pertenezco,
que soy tu yo,
que te puedo querer,
me dijo él.

¿Querer?
Qué irónica la vida,
que irónicas tus palabras, que irónica tu mirada.

Esos amaneceres sentados
o acostados tras el anochecer,
ya no tendrán lugar;
porque tú,
tú no sabes lo que es amar.

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