Abrazos y secretos.

Te quise cada día,
en ti puse toda mi alma.
Soñaba con nuestra despedida,
sin saber que antes de ella,
ya se había roto nuestra cuerda.
Luchaba por verte cinco minutos,
porque siempre había tiempo para ti.

Nos dedicamos sonrisas, lágrimas,
abrazos y secretos.
Confiando en que nunca, nadie,
podría romper esto.

Pero un día me cansé,
como se cansan las canciones,
sin reproducir;
como se cansan las fotos,
que nadie ve;
como se cansa la almohada,
de no dormir.

Me cansé de ser siempre yo,
la que luchara por mantenernos;
la que sacrificara cosas,
por estar contigo;
la que tuviera problemas,
por verte conmigo.

Siempre te di las gracias,
por estar a mi lado.
Ahora te digo lo siento,
por haberte dado tanto.